
Por fin se terminaron las obras de la plaza de la Virgen Blanca, mejor dicho, la chapuza que han hecho en la Virgen Blanca. Una plaza que era el orgullo de Vitoria, la han dejado igual que muchas que hay en España. Ya no podemos presumir de tener uno de los rincones más bonitos de toda la nación, ahora es una plaza gris, muy fría, sin personalidad y casi por la mitad pasa la carretera; también han puesto unas fuentes irrisorias, de puro minimalistas que son, unos bancos para sentarse demasiado juntos entre ellos y luego toda la plaza vacia.
Se acabó aquella plaza tan alegre, llena de flores, como se puede ver en la fotografia.
Comparar la foto de antes con la de ahora. Más de las tres cuartas partes de la población de vitorianos/as no estamos de acuerdo con lo que nos han hecho nuestros "representantes". Parece que ha habido muchos intereses en esta obra. Con haber arreglado el suelo hubiera quedado tan bonita como estaba y se habrían ahorrado mucho dinero, que al fin y al cabo lo hemos tenido que pagar todos los contribuyentes. En fín, adios Plaza de la Virgen Blanca.

