¡Cómo me acuerdo de aquella Vitoria de los 80!
Era una cuidad no muy grande, pero bonita y tranquila. Una ciudad limpia, paseabas por ella tranquilamente, las aceras eran para los peatones (cosa que ahora pertenecen a los ciclistas e incluso motos) tenía unos jardines muy bonitos que eran la admiración de muchos visitantes. Teníamos una plaza, la de la Vírgen Blanca, que era la admiración de todos los que nos visitaban, ahora se ha convertido en una plaza como muchísimas que hay por todos los rincones de España, todo cemento. El maravilloso parque de la Florida, nunca ha estado tan abandonado y sucio como ahora (por cierto, que no nos sirve ni para un miserable concierto en las noches de las fiestas de Vitoria). Los responsables de los jardines tenían que copiar en ésto a los bilbaínos que vean cómo han dejado el parque de Dña. Casilda ( antes abandonado) y el parque de Etxebarria, jardines verdes y muy limpios, donde no ves una basura por el suelo. Y hay que acordarse del Bilbao sucio y malholiente de hace unos pocos años.
En Vitoria, sus representantes se han colgado medallas con la traida del tranvía, pero resulta que nos han destrozado completamente toda la ciudad por culpa del dichoso tranvía. Todas las calles estan destrozadas y sucias, ya no es la Atenas del Norte. El conducir por Gasteiz es temerario, pues cada uno lleva la velocidad que quiere, y si nó que se de una vuelta, por ejemplo, por la calle Francia. ¿Dónde se ha visto que el tranía y los autobuses vayan por el mismo carril? Una línea de tranvía que uniese los nuevos barrios de Salburua y Zabalgana y algunas zonas de Vitoria estaría muy bien, pero no que lo hayan metido por calles estrechas.
Aquí, una legislatura aprueba una cosa y los siguientes gobernantes la desaprueban y hacen otra, la cosa es gastar el dinero de los contribuyentes.
Veremos que nos hacen los próximos gobernantes.
A propósito, en Pamplona van a prohibir andar ciclistas por la acera, a ver si aquí cunde el ejemplo. Las aceras son para los peatones. En Bilbao y San Sebastian solamente andan por los bidegorris.
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