He terminado de leer la novela de Ken Follett "Un Mundo sin fin" no está mal pero yo esperaba mucho más de ella. Yo pensaba que trataría algo sobre Vitoria y su Catedral, con toda la publicidad que se dio por estos lares, que si gracias a esta novela se iba a dar a conocer la Catedral en el mundo entero... ¡en fin! Lo único que nombra a Vitoria es en los agradecimientos a la fundación Catedral Santa Maria. ¿ ésto es suficiente para ponerle una escultura de bronce de tamaño natural ?Es que además es la única que le han puesto en todo el mundo.
Desde luego que es verdad que nadie es profeta en su tierra. Aquí hemos tenido grandes escritores, historiadores etc. y nadie se acuerda de ellos, bueno, a algunos le ponen su nombre a una calle. Por poner un caso reciente, pocas personas han hecho por Álava lo que hizo durante toda su vida Micaela Portilla. ¿ Y qué recibió por ello? Pues un homenaje despues de muerta.
En Álava hay suficientes personas que sí se merecian que les recordaran con una efigie, que por cierto hay bien pocas estatuas en esta ciudad , la de Manuel Iradier, Dato, Mateo de Moraza, y poco más. Y a este señor por dar una conferencia y encima asesorándole sobre las obras de la Catedral, para su nueva novela, le ponemos una estatua.
Bueno, en Vitoria ésto no me extraña, pues los encargados de embellecer la ciudad, por ejemplo en la plaza de las Brullerias, a quien se le habrá ocurrido poner esas luces tan requetemodernas en una plaza de estilo siglo XV, donde hay edificios como la Catedral, El Portalón, la Torre de los Anda etc, y que cuando vas a sacar una fotografía de un rincón tan bonito salgan también esos petaches de luces. Los visitantes en ésto sí se dan cuenta.
Bueno, pues por ahora a esperar que terminen las obras de la Virgen Blanca.
2 comentarios:
Estaba pensando en comprar el libro y buscaba opiniones al respecto que no fueran de críticos "especializados".
Gracias por tu punto de vista.
Estoy de acuerdo contigo. Me gustó mucho más el libro de "Los Pilares de la Tierra". Esta segunda parte es bastante predecible, no está mal para pasar el tiempo, pero los personajes son muy estereotipados: los buenos muy buenos y los malos muy malos; vamos, nada que ver con la realidad.
También tienes razón en decir que en esta tierra tenemos escritores con mucha más valía y que pasan más desapercibidos ya que detrás de ellos no hay esa gran operación de marketing; sin ir más lejos durante esta semana Santa he leido un libro de Anjel Lertxundi "Ihes betea" que le da mil vueltas a ése que comentas(lo he leido en euskera, no se si está traducido al castellano)
Karmele
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